CARLOS AMIGO en ‘TIEMPO’

“El dinero te atrapa de tal manera que te quita la libertad”

carlos-amigo1A San Francisco de Asís se le conoce como reformador y hasta revolucionario. ¿Ese espíritu es el del papa Francisco?

En los discursos del Papa y los escritos sobre Francisco de Asís hay tres pensamientos que se repiten mucho: que era un hombre de paz, de justicia y de caridad. Busquemos entre todos la paz, pero el fundamento de la paz es la justicia y, para los cristianos, cuando la justicia ha terminado su camino, el amor, la caridad evangélicas continúan adelante. Esto es lo que dice también universalmente la gente de San Francisco de Asís. Estos son valores y actitudes tan fundamentales que sirven para todos los tiempos, para todas las personas.

En la época del santo de Asís se gritaba “pobres sí, Iglesia no”. ¿Qué se debería gritar hoy en las calles?

Las imágenes que se ven de gente que duerme entre cartones estos días de frío, o los refugiados e inmigrantes ahogados en el mar hieren la sensibilidad de la persona. Esto provoca una reacción de altruismo. Pero estas personas tienen derechos fundamentales. Y los derechos no se otorgan, se reconocen. Cuando todo esto termina, queda más. La misericordia, asumir uno la herida del otro. ¿Pobres sí, Iglesia no? No podemos olvidar que la Iglesia realiza una acción subsidiaria. Estos ciudadanos tienen que ser servidos por la sociedad, y el que gobierna tiene que tener en cuenta que esta es una obligación primaria.

¿Cree que los poderes públicos están cumpliendo su labor?

Creo que tienen mucho interés. Otra cosa es que lo abarquen todo, o las prioridades. Sería impensable que estén al margen. El político responsable es la mayor parte.

La imagen del Papa ante los inmigrantes ahogados en Lampedusa fue impactante. ¿Deberían los obispos españoles ir a la valla de Melilla? ¿O a algún desahucio?

En cuanto a los inmigrantes, obispos como el de Cádiz lo han hecho muchas veces. Que no tenga tanta repercusión como el Papa es lógico. ¿Se reconoce? La iglesia no está preocupada por el aplauso. Y otra cosa: presumir a costa de los pobres… se nos caería la cara de vergüenza. A los pobres se les sirve, y basta.

En su libro dice “si quieres ser libre, hazte pobre”. ¿Lo van a entender los que pasan por problemas económicos tan graves?

Pues no.

¿Entonces?

Conocí a una persona importante, con muchísimo dinero, que terminó en la cárcel. Yo le decía: “¿Qué necesidad tenías, con el dinero que tienes?”.

¿Qué le contestó?

Me dijo: “¿Sabes que en el ranking de empresas, la mía pueda estar por encima de otra en cotización?”. Conocerán a quienes les ha pasado lo mismo. El dinero atrapa de tal manera que te quita la libertad.

¿No cree que la mayoría piensa que la riqueza da libertad?

Lo que digo también puede tener un sentido vocacional. De la persona que llamada por Dios y el amor a los hermanos toma la decisión de una radicalidad total.

Muchos ciudadanos creen que hay una justicia para pobres y otra para ricos. ¿Y usted?

Que sería la injusticia más grande de todas. Habría muchísimos matices. A veces ha habido condenas por ejemplaridad. ¿Queremos que el que es famoso tenga más riesgo de ir a la cárcel? Se ha hablado mucho estos días de estas cosas.

Las cárceles están llenas de pobres.

Es que el pobre no es solamente pobre de dinero, sino a veces de formación. Fíjese en esta atrocidad de la violencia llamada “de género”. ¿Pero qué falta aquí? Este sentido mínimo de respeto a las personas. A lo mejor el pobre no ha tenido una formación para todo esto.

La violencia machista se da en cualquier clase social.

Pero fíjese proporcionalmente dónde ocurre más. En los casos de estos primeros meses del año, verán en qué entorno se produce.

Hablábamos de justicia de ricos y de pobres. ¿Me responderá sobre el caso de Urdangarin?

No. Pero en estos casos siempre hay dos cosas. Primero, la presunción de inocencia y la presunción de probidad del juez. Hay que respetar la Justicia. Unas veces te gusta y otras no, esta es la verdad. Pero uno no es especialista.

Se le conoce como una persona cercana a la Casa Real. ¿Cómo han vivido este proceso?

Pues como todas las familias, con mucho sufrimiento. Claro que sí.

Usted dijo en un acto reciente “que Dios salve al Rey”. ¿qué quería decir?

Era una respuesta ante una pregunta compleja sobre la monarquía. Ese grito significa que Dios le ayude, porque es el jefe del Estado. Cuanto más le ayude Dios, más vamos a sentirnos favorecidos los demás.

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